CONFERENCIA. Jørn Utzon en su centenario

Al tiempo en que se concluía el edificio de la Ópera de Sídney sin su intervención,  Jørn Utzon iniciaba en 1973  un discreto retiro en una isla del Mediterráneo, una casa refugio de piedra construida unos meses antes; hacía ya siete años que había abandonado Australia, había sido profesor en Hawái y dibujaba entonces techos ondulados como nubes para un hermoso centro parroquial en las afueras de Copenhague que terminaría de construir tres años después.

Coetáneas, son tres obras maestras de la arquitectura de cualquier tiempo ―casa, odeón o templo― arraigadas con intensidad y talento en sus emplazamientos las que abren el voluntario silencio de Utzon. Obras originales en el más alto sentido de la palabra, que acaso sean el correlato en la plena madurez creativa del arquitecto danés del periplo que realizara tres décadas antes por Marruecos, Norteamérica, México, China, la India, Nepal y Japón.